Marí marí pu papay, mari mari pu peñi
El rehue, altar de los mapuches es una escalera de madera de laurel que representa los siete poderes que rigen la vida del mapuche, una vez que éste se logra comunicar con lo divino y es uno de los principales elementos de la religiosidad mapuche. Mide de 3 a 4 metros y se ubica en la tierra en posición semi vertical apuntando al este, donde cada día nace el sol.
El primer peldaño del rehue simboliza al Nguillatun, un rito dirigido al Padre Dios, al cual los mapuches agradecen toda la naturaleza que les dio para vivir plenamente. El segundo corresponde a la Sabiduría (kimeltun), encarnado en el maíz, que se llama «gua», alimento primero del pueblo mapuche.
El kultrün es un instrumento musical infaltable en nguillatunes (máximas rogativas espirituales) o machitunes (rituales curativos), permite a la machi entrar en trance durante su invocación y el contacto con las divinidades que pueblan el mundo mapuche.
El kultrün debe ser hecho por un artesano que conozca la cultura mapuche. El cuerpo o vasija del instrumento lo talla o ahueca en un tronco de foiye (canelo) o triwe (laurel).