¿A quiénes involucran?
Todos los seres humanos nacen con derechos que les pertenecen, sin importar la raza, la cultura, la nacionalidad o la religión que posean.
Los derechos humanos son patrimonio de la Humanidad y trascienden las fronteras nacionales.
Los Derechos Humanos en Argentina
Durante la última dictadura militar, se practicó una violación masiva y sistemática de derechos humanos fundamentales, a través del aparato organizado del poder, que actuó bajo la forma del terrorismo de estado.
Actualmente, las políticas públicas del gobierno nacional ubican el tema en el marco de la crisis política, económica e institucional de diciembre de 2001. La problemática de los derechos humanos, individuales y colectivos, está vinculada a la recuperación de la legitimidad de las instituciones y de la confianza de vastos sectores sociales en el sistema democrático.
Origen
Después de las atrocidades cometidas en la Segunda Guerra Mundial, las Naciones Unidas adoptaron la Declaración Universal de Derechos Humanos, un documento histórico que consagra los Derechos Humanos y las libertades fundamentales a los que tienen derecho todas las personas.-
El 10 de diciembre de 1948, La Asamblea General de las Naciones Unidas Adoptó la Declaración Universal de Derechos Humanos, piedra angular del sistema de protección de los Derechos Humanos, que afirma que toda persona debe disfrutar de los Derechos Humanos sin discriminación.Terminada la segunda guerra mundial, la comunidad internacional comprendió, por fin, que para garantizar la paz internacional es fundamental que dentro de las fronteras de cada país se respeten las libertades fundamentales de los individuos, sin discriminación de ninguna índole. Con la Declaración Universal se inició una revolución que continúa en nuestros días en la filosofía política y en el derecho internacional. El eje central era el convencimiento de la necesidad de dar al Estado un límite axiológico: La existencia del Estado sólo esta legitimada en la medida en que éste ejerce su soberanía o poder con el fin de garantizar la dignidad de los seres humanos bajo su tutela, respetando los derechos y tratando de establecer las condiciones que hagan posible el desarrollo integral de las personas. La filosofía subyacente es poner al hombre como centro de las políticas estatales y no al abstracto interés nacional. el hombre y su dignidad como centro y medida.
Como toda «declaración», la Declaración Universal era una especie de declaración de principios, un «ideal común de la humanidad», tal como se define en su preámbulo, pero no exigible desde el punto de vista legal sino sólo desde el punto de vista moral. Sin embargo, dada su extendida aceptación por parte de las Naciones y el uso y cita reiterada de sus postulados se ha convertido, con los años, gracias a la costumbre internacional, en un instrumento considerado como jurídicamente obligatorio, un instrumento de «ius cogens», es decir, que no admite acuerdo en contrario.
Poco a poco, con la inspiración de la Declaración, los derechos humanos se han vuelto el objeto de convenios, pactos ya que son el objeto de una preocupación y de una responsabilidad internacional. En la actualidad podemos afirmar, sin lugar a dudas, que los derechos humanos, jurídicamente exigibles, constituyen una realidad legal.
La declaración se ha convertido en un estándar Universal para la defensa y promoción de los Derechos Humanos. Abarca toda la gama de derechos, tanto los Civiles y Políticos; los Económicos Sociales y Culturales y abre la puerta a los que luego darían en llamarse derechos de la solidaridad. En el día de los Derechos Humanos celebramos que «Todos los seres humanos nacen con los derechos iguales e inalienables y con las libertades fundamentales» para el desarrollo de la persona humana, dentro de una sociedad libre.-
El 60ª Aniversario de la Declaración Universal De los Derechos Humanos, el Centro de Derechos Humanos del Comahue (CeDHCo) y las organizaciones que cooperan con éste, instan a las organizaciones no gubernamentales a, inspirados por la Declaración, reclamar los derechos que ésta proclama, en particular aquellos actos que insultan a la dignidad humana, tales como los tratos inhumanos, la tortura, el encarcelamiento arbitrario, la deportación, la esclavitud moderna o Trata de personas tanto para su explotación laboral, sexual como para la extracción de órganos o la suplantación de la identidad.
En este 60° aniversario de la Declaración Universal, instamos al gobierno Argentino y al gobierno de Río Negro, Neuquén, La Pampa y demás provincias a:
Velar por los Derechos de todas las mujeres, niñas y adolescentes para que puedan gozar efectivamente de sus derechos humanos. Sin importar quien sea el perpetrador y el espacio, público o privado, en el que la violencia y la discriminación contra las mujeres y las niñas se producen, el gobierno nacional y los gobiernos provinciales, tienen el la responsabilidad no sólo de respetar los derechos de las mujeres y niñas y de abstenerse de cometer violaciones contra sus derechos fundamentales, sino también de organizar todo su aparato estatal para promoverlos, protegerlos y hacerlos realidad.
CeDHCo y las Organizaciones Firmantes instan a aplicar la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Contra la Mujer en el orden federal, centralizando su acción en la Recomendación General 19 sobre violencia contra la mujer, adoptado por el Comité de la CEDAW en 1992 y puesto dentro de las preocupaciones y recomendaciones en el informe presentado al Estado Argentino (Estado Parte) según la dediciones tomadas en la Sesión 584ª, celebrada el 16 de Agosto del 2002 con motivo del examen del 4º y 5º Informe periódico de la Argentina.-
CeDHCo y las organizaciones firmantes, instan a los Gobiernos nacional y provinciales a que tomen todas las medidas necesarias para proteger a las mujeres víctimas de la violencia intrafamiliar, dando protección integral a la victima de dicha violencia, tipificando las conductas para castigar a sus agresores y contrarrestar la tendencia creciente de esta problemática.
También insta a la aprobación urgente de una tipificación del delito de trata de personas, en acuerdo con las Directrices de las Naciones Unidas sobre Derechos Humanos y Trata de Personas y respetando las obligaciones emanadas de la ratificación de la Convención del 49 sobre la trata de personas y la explotación de la prostitución ajena y de la Convención Internacional sobre el Crimen Organizado Trasnacional y sus protocolos complementarios. Solicita se coordinen acciones entre las provincias Argentinas y los demás países de la región que son origen, tránsito y destino de la explotación tanto de mujeres, bebés, niños y niñas victimas de trata para explotación sexual como de mujeres, bebés, niñas, niños y hombres víctimas de la trata para explotación laboral o para la extracción de órganos.
CeDHCo y las organizaciones firmantes están preocupadas por la «naturalización» que se observa respecto de las diversas manifestaciones de la problemática de la Trata y Tráfico de personas, lo que dificulta la posibilidad de dimensionar el padecimiento real en el que están sumidas sus víctimas y comprender integralmente el problema.
Es alarmante la falta de garantías, la insuficiencia de la asistencia y de la protección de parte del Estado para las víctimas de trata y tráfico una vez que logran escapar de las redes de crimen organizado y la inexistencia de medidas de reparación y de reinserción social para las mismas.
Estamos convencidos que para prevenir y combatir eficazmente la Trata y el Tráfico de personas, se requiere un enfoque amplio e internacional , poniendo en practica todos los instrumentos jurídicos nacionales e internacionales que permitan la persecución y la sanción del delito de Trata y Tráfico, sin discriminación de edad.
Instamos al Estado a acometer con urgencia la tarea de elaboración de un Plan Nacional de Acción que articule con todas áreas necesarias a fin de lograr el debido abordaje de esta temática en cuestión. Resaltamos la tarea realizada por el Programa de Prevención de la Trata de Personas y Asistencia a sus Victimas dependiente del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, que creó un consejo consultivo en el que participan actores de diferentes áreas de gobierno Nacional y organizaciones de la sociedad civil con una mirada desde los derechos humanos y esperamos que el Programa Nacional recientemente creado, acoja estas experiencias exitosas en la elaboración de un Plan Nacional.
Solicitamos a las autoridades religiosas su apoyo y seguridad de que las iglesias se comprometen a sensibilizar a sus miembros sobre la problemática de la trata y tráfico de personas y a hacer su aporte en este sentido, hacia la sociedad en su conjunto.
Hace cincuenta años, otra generación, escapando del horror de la guerra y de las posibilidades de autodestrucción de los seres humanos, busco garantizar un «mundo libre del temor y la miseria», según el preámbulo de la Declaración Universal. Hoy, la necesidad es tan urgente, o acaso más, que en aquel entonces y, con una conciencia acrecentada entre las personas de que el futuro está en peligro, la humanidad debe renovar dicho esfuerzo; y la humanidad, SOMOS NOSOTROS.