En donde la normalidad es lo socialmente permitido, ser tú mismo es la rebelión más sublime.
Siempre estás a tiempo para cambiar el rumbo, es cuestión de decidir. Nuestros hijos merecen ser rescatados de este mundo gris, merecen una vida llena de aventuras y de color; tienen derecho a jugar y a ser niños. Nacieron libres, que permanezcan así será tarea de todos los días y requiere de mucho control, no de ti hacia ellos, si no de controlarte a ti mismo, de comprender que confiar en ellos es clave fundamental en el desarrollo integral y el aprendizaje natural.
Un corto que movió mi corazón y que nos lleva a reflexionar en esto que hoy vive nuestro mundo, un sistema que absorbe nuestra identidad y nos convierte en engranes sin más tarea que perpetuar una forma de vida, con muchos años de historia, que atiende a los intereses de unos cuantos, vacía.
Es hora de regresar a los niños el protagonismo en sus vidas, de dejar de considerarles vasos vacíos para llenar con conocimientos «necesarios» para vivir. Cuestiona si en realidad es eso necesario.