Encantadora y brillante, nos pudimos contactar en privado con ella y con un Si!!! por supuesto! nos permite que ingresemos a su mundo de la pintura.
La pintura es, por supuesto, la combinación de forma y color al servicio técnico y un concepto que abarca el contenedor y el contenido. Pero antes de una imagen o el rechazo es ante todo una presencia. Y esta presencia se materializa en Vanecha Roudbaraki en el eco de un recuerdo doloroso asociado con su identidad iraní, ya que sus composiciones no pudieron evitar implícita vehemencia inervados en sus maltratadas visiones salvajes marco y, a veces, en sus superficies límites de la abstracción.
Vanecha Roudbaraki, (Irán), siempre se ha centrado en los problemas reales, como se refleja en sus pinturas, esa expresividad temblorosa y ardiente. Gracias Vanecha, merci beaucoup!
A continuaciòn alguna de sus obras.