Taj Mahal…
No construyas una casa de muñecas donde vivir, allí no entrarían mis sueños y mis ganas de vivir y solo empezaría a morir.
No me construyas un palacio para cuando muera, regala-me los cimientos de una relación que crezca con tu presencia cada día.
No me construyas puentes y lagos que rodeen mi vida, llévame a recorrer los lagos de la vida en un bote con remos y a pulmón donde aprender a remar juntos aprendiendo a reírnos si la corriente nos aleja de la orilla, sin que surjan los enojos, y nos presionen las prisas.
No me construyas muros elevados, regalame puentes por donde poder mirar mas allá, y para ir y venir de tu vida.
No me construyas una torre, desde donde mirarte tras la partida, enséñame a volar juntos sin temor a las caídas.
Que cada piedra de esta relación sea un cimiento, que guarde lo mejor de los dos, entre penas y sonrisas, entre aciertos y errores, entre esperanzas y desengaños, siempre aquí.
Que cada detalle, tenga como cimiento el amor que todo lo puede, ese que no se da por vencido, que acompaña sin espantarse, que valora cada detalle.
Que cada ventana deje entrar la luz de los buenos recuerdos invadiendo las sombras que surgen en cada relación.
Que cada columna sea el sostén, de tus sueños y los míos, que los alimente los deje ser libres y te vea crecer, me veas crecer y podamos evolucionar como dos seres libres que se elijan cada día.
No me construyas un hogar donde verte crecer … en silencio, donde la rutina se apodere de ti, y te olvides de mi. Regalanos un espacio para el dialogo, y las obsesiones compartidas.
Regala-me el cuidado aun a distancia, que saca lo mejor de mi, me fortalece, me estimula a seguir a no bajar los brazos, y a cerrar los ojos pensando como sera quedarme dormida en tu regazo.
No me regales un palacio cálido, préstame el calor de tus manos, para que las mías dejen de estar frías, cada noche antes de dormir, cada mañana al despertar. Decora las paredes de abrazos contenidos, esos que confortan tanto, y me hacen sentir tan niña, dejando de ser la mujer fuerte que todos conocen.
No preciso un Taj Mahal… no quiero monumentos para mi muerte, prefiero el amor del día a día, ese que alimenta al alma y dibuja sonrisas.
Hay tantas cosas que construir, construcciones que no se ven, que no precisan traducción y valen tanto si se hacen con amor.
Se el arquitecto de la mejor versión de mi alma enamorada de la vida.
Daph.
Tan cerquita de la primavera.
Fuente: http://daphne.blog.com.es/
Precioso!!, robo algunas frases que llenan el alma!